Conoce a nuestros pastores
WILLIAM JR. Y ELISE ALMEYDA




En 2013, William Jr. y Elise Almeyda asumieron los cargos de pastores
principales en el Centro de Adoración Vida Nueva. La vocación de
William Jr. abarca el cuidado pastoral, la instrucción bíblica y el
fomento de conexiones a través de diversos espectros culturales
y generacionales. Junto a Elise, ha sido una figura clave en la
formación espiritual de la comunidad.

William Jr. ha estado casado con Elise desde julio de 2000 y es
un amoroso padre de dos hijas, Kiara y Arielys. Su viaje espiritual
comenzó a los 18 años, cuando él y Elise dedicaron sus vidas a Cristo
y emprendieron un camino de ministerio. A lo largo de su trayectoria,
William fue influenciado por el consejo de mentores y una profunda
inmersión en las Escrituras. Antes de ingresar al ministerio a tiempo
completo, William sirvió como bombero y técnico en emergencias
médicas durante casi una década. Fue entonces cuando percibió el
llamado del Señor hacia el ministerio y comenzó su formación académica,
obteniendo un certificado del Instituto Bíblico de las Asambleas de Dios,
seguido de un título asociado en estudios teológicos de la Universidad de
Logos y una maestría en Liderazgo Apostólico y Ministerio Aplicado de
la Universidad Wagner.

Elise, por su parte, inició su viaje educativo después de la secundaria
y obtuvo un título de licenciatura en Administración de Empresas de la
Universidad de Framingham. Además, ha obtenido certificados en educación
infantil y estudios bíblicos, lo que complementa su enfoque integral en el
servicio y la enseñanza dentro del ministerio.

La misión de los pastores Almeyda es cultivar una generación con una mentalidad
de rey, un profundo sentido de ser hijos de Dios, un corazón de siervo y una actitud
de reformador. Su objetivo final es restaurar y disfrutar la herencia que pertenece
a los hijos de Dios, buscando transformar y renovar la vida de las personas de
manera profunda y significativa.

El liderazgo de los pastores Almeyda se caracteriza por un enfoque equilibrado
entre la enseñanza bíblica sólida, la empatía pastoral y un compromiso con la 
restauración y el crecimiento espiritual de la iglesia y la comunidad.